Los sentidos son órganos indispensablemente para la subsistencia humana
LOS SENTIDOS
miércoles, 25 de junio de 2014
martes, 24 de junio de 2014
los 5 sentidos.
Sentido de la vista o de la visión
El ojo es
el órgano de visión. El ojo tiene una estructura compleja que consiste de un
lente que enfoca la luz en la retina. La retina esta cubierta por dos tipos de
células fotorreceptoras con formas de bastones y conos. Las células en forma de
cono son sensitivas al color de la luz y están situadas en la parte de la
retina llamada la fóvea, donde el lente enfoca la luz. Las células en forma de
bastón no son sensitivas al color, pero tienen elevada sensibilidad a la luz.
Los bastones están situados alrededor de la fóvea y son responsables por la
visión periférica y la visión nocturna. El ojo está conectado al cerebro a
través del nervio óptico. El punto de esta conexión se llama papila o
"punto ciego" porque es insensible a la luz. Experimentos científicos
han demostrado que la parte posterior del cerebro corresponde con la percepción
visual en la retina.
El cerebro
combina las dos imágenes percibidas por nuestros ojos en una sola imagen
tridimensional. Aunque la imagen en la retina esta invertida por la acción del
lente, el cerebro la rectifica y percibimos los objetos en su posición
original. Algunos experimentos con anteojos que invierten las imágenes por
medio de prismas han demostrado que los sujetos pasan por un período inicial de
gran confusión, pero eventualmente perciben las imágenes de forma correcta.
La
sensibilidad del ojo humano es fenomenal. En la obscuridad, los bastones
secretan un fotopigmento llamado rodopsina que aumenta la fotorecepción y hace
posible detectar niveles muy bajos de luz. En luz intensa, el iris se contrae
reduciendo el tamaño de la abertura que admite luz al ojo y una sustancia
obscura reduce la exposición y protege a las células de la retina. El ojo tiene
sensibilidad al espectro de la luz desde el rojo hasta el violeta. Las frecuencias
electromagnéticas más bajas en el infrarrojo se detectan como calor, pero no se
pueden ver. Frecuencias más altas en el ultravioleta y más allá tampoco se
pueden ver, pero se pueden detectar como comezón en la piel o en los ojos
dependiendo de la frecuencia. El ojo humano no es sensible a la polarización de
la luz, es decir, a la luz formada por fotones cuyos vectores de campo
eléctrico están alineados en la misma dirección. Mientras tanto, las abejas son
sensibles a la luz polarizada, y tienen una gama visual que se extiende hasta
la luz ultravioleta. Algunas clases de serpientes tienen sensores infrarrojos
que les permiten cazar en oscuridad absoluta usando solamente la radiación
emitida por el calor de sus presas. Los pájaros tienen una mayor densidad de
células fotoreceptoras que los seres humanos en sus retinas, y por eso poseen
mejor agudeza visual.
El
daltonismo o discromatopsia es un defecto genético que hace imposible
distinguir los colores correctamente. Personas con ciertos tipos de daltonismo
confundan el verde y el rojo. Esto puede ser una desventaja para ciertos tipos
de ocupaciones. Para una persona daltónica, una persona con visión normal puede
parecer tener percepción extrasensorial, pero este término tiene que reservarse
para habilidades más allá de la gama normal.
Sentido
del oído o de la audición
El oído es
el órgano de la audición. La oreja forma el oído externo que sobresale de la
cabeza en forma de copa para dirigir los sonidos hacia la membrana timpánica.
Las vibraciones se transmiten al oído interno a través de varios huesos
pequeños situados en el oído medio llamados martillo, yunquey estribo. El oído interno, o cóclea, es
una cámara en forma de espiral cuyo interior esta cubierto por fibras que
reaccionan a las vibraciones y transmiten impulsos al cerebro vía el nervio
auditivo. El cerebro combina las señales de ambos oídos para determinar la
dirección y la distancia de los sonidos.
El oído
interno tiene un sistema vestibular con tres conductos semicirculares que son
responsables de la sensación de equilibrio y la orientación espacial. El oído
interno tiene cavidades con un líquido viscoso (endolinfa) y pequeñas
partículas (estatolitos) que consisten principalmente de carbonato de calcio.
El movimiento de estas partículas sobre las células ciliadas del oído interno
envía señales al cerebro que se interpretan como movimiento y aceleración.
El oído
humano puede percibir frecuencias a partir de 16 ciclos por segundo, que es un
sonido grave muy profundo, hasta 28,000 ciclos por segundo, que es una sonido
muy agudo. Además, el oído humano puede detectar cambios de tono tan pequeños
como 0.03 por ciento en ciertas gamas de frecuencia. Algunas personas poseen un
"oído absoluto", que es la habilidad de identificar exactamente
cualquier nota en la escala musical. Los murciélagos y los delfines pueden detectar
frecuencias más altas de 100,000 ciclos por segundo.
Sentido
del gusto o de sabor
Los
receptores para el gusto son las papilas gustativas que se encuentran
principalmente en la lengua, pero también están localizadas en el paladar y
cerca de la faringe. Las papilas gustativas pueden detectar cuatro gustos
básicos: salado, dulce, amargo, y agrio. La lengua también puede detectar un
sabor llamado "umami" por receptores sensibles a los aminoácidos.
Generalmente, las papilas gustativas en la punta de la lengua son sensibles a
los gustos dulces, mientras que las papilas en la parte posterior de la lengua
son sensibles a los gustos amargos. Las papilas gustativas en la parte superior
y a los lados de la lengua son sensibles a los gustos salados y ácidos. En la
base de cada papila hay un nervio que envía las sensaciones al cerebro. El
sentido del gusto funciona en coordinación con el sentido del olfato. El número
de papilas varía de una persona a otra, pero mayores números de papilas
aumentan la sensibilidad a los sabores. Las mujeres, generalmente tienen un
mayor número de papilas gustativas que los hombres. Como en el caso de
daltonismo, algunas personas son insensibles a ciertos sabores.
Sentido
del olfato o del olor
La nariz
es el órgano responsable por el sentido del olfato. La cavidad de la nariz esta
forrada por membranas mucosas que tienen receptores olfatorios conectados al
nervio olfativo. Los olores consisten de vapores de diversas sustancias. Los
receptores del olor reaccionan con las moléculas de estos vapores y transmiten
las sensaciones al cerebro. La nariz también aloja una estructura llamada el
órgano vomeronasal cuya función no se ha determinado, pero se sospecha que es
sensible a las feromonas que influencian el ciclo reproductivo. Los receptores
del olor son sensibles a siete tipos de olores primarios que se puedan
caracterizar como alcanfor, almizcle, flores, menta, éter, acre (avinagrado) y
podrido. El sentido del olfato se pierde a veces temporalmente cuando una
persona esta resfriada y la membrana mucosa se inflama. Los perros tienen un
sentido de olfato que es muchas veces más sensible que el del hombre.
Sentido
del tacto
El sentido
del tacto está distribuido por todo el cuerpo. Los nervios en la piel y otras
partes del cuerpo transmiten sensaciones al cerebro. Algunas partes del cuerpo
tienen un mayor número de receptores nerviosos y, por lo tanto, son más
sensibles. Se pueden identificar cuatro clases de sensaciones de tacto: frío,
calor, contacto, y dolor. Los pelos en la piel magnifican la sensibilidad y
actúan como un sistema de alerta rápida para el cuerpo. Las yemas de los dedos
y los órganos sexuales tienen la concentración más grande de receptores
nerviosos. Los órganos sexuales tienen "zonas erógenas" que al
estimularse generan una serie de reacciones endocrinas y mecánicas que resultan
en un orgasmo.
Más allá
de nuestros cinco sentidos.
Además de
la vista, olfato, gusto, tacto, y audición, los seres humanos también tienen un
sentido de equilibrio, de la presión, de la temperatura, del dolor, y del
movimiento que hacen uso coordinado de múltiples órganos sensoriales. El
sentido de equilibrio se mantiene por una interacción compleja de la vista, de
los sensores propioceptivos (que son afectados por la gravedad y estiran los
sensores en los músculos, la piel, y las articulaciones), del sistema
vestibular del oído interno, y del sistema nervioso central. Cualquier
trastorno en el sistema de equilibrio o de su integración con el cerebro puede
causar la sensación de vértigo o inestabilidad.
La cinestesia es la habilidad de sentir las posiciones y los movimientos de
los músculos y articulaciones de nuestro cuerpo. Esta habilidad nos permite
coordinar nuestros movimientos para caminar, hablar, y usar nuestras manos. El
sentido de cinestesia hace posible tocarse la punta de la nariz con los ojos
cerrados o saber qué parte del cuerpo debemos rascar cuando tenemos comezón.
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